EL FARO Y LA TIJERA

Hace tres semanas en el viejo puerto de Valencia un barco tijera estaba muy sucio y cada vez que se adentraba en el mar, vomitaba. Un día se adentró en el mar y vomitó como un cuto, al final se durmió. A la una de la madrugada, en Canarias, se chocó contra un faro y se dio la vuelta del impacto. Se despertó, y vio que tenia un bollo pero estaba limpio. Se dio la vuelta y le dijo al faro:

– Lo siento mucho

Da igual porque ya me han pegado muchos barcos. Mejor que te quedes aquí y mañana marches.

El barco tijera le hizo caso y se quedó a dormir en esa ciudad. A la mañana siguiente fue a Benidorm, se comió un susi y ya no vomitó más en el mar. Volvió a su pueblo y nunca se separó del puerto.

Colorin colorado este cuento se ha acabado.

EL MOTORERO

ÉRASE UNA VEZ UN MOTORISTA QUE TENÍA UNA MOTO. UN DÍA FUE A ECHAR UNA CARRERA A TAFALLA. CUANDO LLEGÓ,  SE PUSO EL TRAJE DE LA MOTO, COGIÓ LA MOTO, FUE HASTA DONDE LOS PISOS DEL TIO JAVI Y AHÍ ESTABAN ESPERÁNDOLE. ENTONCES EMPEZÓ LA CARRERA.

CUANDO EMPEZÓ LA CARRERA HABÍA UNA CUESTA PINA Y NO PODÍA SUBIR. PROBÓ Y NO PODÍA. AL FINAL PROBÓ, LE DIO A TODA CAÑA Y ENTONCES SE LA SUBIÓ. ÉL IBA EL PRIMERO, LE SALIÓ UNA CUESTA PARA ABAJO, SUBIÓ UNA CUESTA PARA ARRIBA Y OTRA VEZ PARA ABAJO. LUEGO FUE A TODO METER Y VEÍA  LA META Y LOS DEMÁS VENÍAN POR DETRÁS. AL FINAL ÉL ESTABA CONTENTO Y AHÍ HABÍA BACHES, ENTONCES SE CAYÓ. LOS DEMÁS TAMBIÉN SE CAYERON Y YA ESTABA CASI EN LA META PERO HABÍA UNA CUESTA PARA ABAJO,  FUE A TODO METER SE CAYÓ Y LOS DEMÁS TAMBIÉN SE CAYERON. SÓLO SE LEVANTÓ ÉL PORQUE LOS OTROS NO PODÍAN. LLEGÓ A LA META Y GANÓ. LE DIERON UN COPA Y SE FUE A CASA CONTENTO.

EL FALLECIMIENTO DE LA SEÑORA CRISÁLIDA

Hace tiempo dejamos una crisálida en un bote con tierra. Después de un largo periodo decidimos ver si estaba muerta o si seguía con vida. Abrimos el bote y observamos lo que pasaba.

La crisálida estaba muerta porque la tierra estaba seca y la difunta no tenía suficiente agua para que  se conservara fresca. Junto a ella vimos el exoesqueleto de otro bicho que seguramente le había ocurrido lo mismo. La crisálida, al estar deshidratada, se había hecho más pequeña, tenía la piel rugosa y naranja. Creemos que esta tragedia ha ocurrido por un pequeño error nuestro: No le hicimos demasiado caso y se nos olvidó echarle gotitas de agua.

LA DIFUNTA "ANARANJADA"

MINICUENTOS

LA LLAVE

HABIA UNA VEZ UNA LLAVE QUE ERA DORADA, LE DABA EL SOL Y NO PODÍA ARRANCAR EL COCHE . SE FUE EL SOL Y LO ARRANCÓ. FIN

 EL HIPOPÓTAMO

HABÍA UNA VEZ UN HIPOPÓTAMO QUE LE GUSTABA EL AGUA Y UN DÍA SE SECARON TODOS LOS SITIOS DEL CAMPO DONDE SE BAÑABA. LLOVIÓ Y SE PUSO CONTENTO .FIN

EL LADRÓN

HABIA UNA VEZ UN LADRÓN QUE ROBÓ A UNA SEÑORA EN LA CALLE LA CARTERA. LA SEÑORA  LLAMÓ A LA POLICÍA Y LO METIERON A LA CARCEL Y 2 AÑOS DESPUÉS LE SACÓ UN AMIGO. TODOS SE PUSIERON CONTENTOS.  FIN

EL CERDITO

ÉRASE UNA VEZ UNA FAMILIA DE CERDOS QUE NO PARABA DE LLORAR PORQUE TODOS LOS DOMINGOS UN HOMBRE QUE PASABA POR AHÍ LES ASUSTABA.

EN LA GRANJA EL CERDO PEQUEÑO ENCONTRÓ UN ANILLO EN EL SUELO. LO MIRÓ DURANTE UNA HORA Y LE DIO UNA PATADA PORQUE NO LE GUSTABA. PASÓ EL HOMBRE Y LE DIO MIEDO EL ANILLO Y NO PASÓ NUNCA MÁS POR ALLÍ Y COLORÍN,  COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.

 

 

 

 

EL ASTUTO MUÑECO

Aquí empieza la historia de un muñeco de madera que tenía prohibido salir de la escuela en la que vivía. Todos los días de clase los niños lo pintaban y al muñeco no le hacía nada de gracia. Estaba cansado de que todos los días esos pequeños monstruitos le hicieran lo mismo. Siempre intentaba escaparse pero nunca lo conseguía. El pobrecillo perdió la esperanza de salir de ese lugar, así que le daba igual todo lo que le hicieran.

Era de noche cuando el muñeco dormía y se le apareció un duendecillo diciéndole que no perdiera la esperanza, que pronto iba a salir de allí. El muñeco le dijo que eso era imposible, que lo había intentado una y otra vez y que jamás lo podría conseguir. El pequeño hombrecillo verde le dio unas monedas y le dijo que con eso lograría salir. En ese momento el duendecillo desapareció. El hombre de madera se quedó pensando cómo con unas monedas conseguiría salir. Después de mucho rato dándole vueltas seguía sin entenderlo.

A la mañana siguiente los niños y profesores volvieron al colegio como todos los días y como siempre, los niños empezaban a fastidiar al muñeco. En ese momento se le encendió la bombilla y descubrió que podía tirar las monedas al suelo pensando que los niños se abalanzarían como locos a por ellas y entonces escapar. Así lo hizo y funcionó muy bien. Todos los niños se lanzaron sobre las monedas y el hombrecillo logró escapar.

Feliz y contento el muñeco empezó una nueva vida lejos de allí y todas las noches se acordaba del hombrecillo que le ayudó a escapar. Y como me lo contaron os lo cuento.