LA ZAPATILLA Y EL CALCETÍN

Una mañana de verano de 1992 había una zapatilla y un calcetín en una lujosa mansión cerca del mar. Un día la zapatilla, como había mucha humedad por estar cerca del mar, empezó a oler muy mal y el calcetín estuvo muchos días oliendo aquel horrible mal olor.

Después de un mes, el calcetín se acordó de que los humanos guardaban un bote de polvos de alumbre que eliminaba el mal olor de los pies y el calcetín quería ir a por los polvos, pero se tenía que arriesgar porque había un perro en el salón. Por la noche, cuando todos los humanos estaban dormidos, el calcetín salió. Vio que el perro estaba despierto, así que esperó hasta la media noche. A media noche el calcetín salió y consiguió entrar al baño. Al entrar al baño tuvo que escalar un armario porque el bote se encontraba en la última balda y por fin lo consiguió. Cogió el bote y se fue de nuevo al cuarto mientras el perro seguía durmiendo. Echó unos pocos polvos del bote a la zapatilla y, como por arte de magia, la zapatilla dejó de oler.

Y el calcetín nunca más se tuvo que preocupar por la zapatilla ni por su olor. A partir de ese día siempre estuvieron juntos.

 

 

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