Hace tiempo dejamos una crisálida en un bote con tierra. Después de un largo periodo decidimos ver si estaba muerta o si seguía con vida. Abrimos el bote y observamos lo que pasaba.
La crisálida estaba muerta porque la tierra estaba seca y la difunta no tenía suficiente agua para que se conservara fresca. Junto a ella vimos el exoesqueleto de otro bicho que seguramente le había ocurrido lo mismo. La crisálida, al estar deshidratada, se había hecho más pequeña, tenía la piel rugosa y naranja. Creemos que esta tragedia ha ocurrido por un pequeño error nuestro: No le hicimos demasiado caso y se nos olvidó echarle gotitas de agua.
!!Que susto…..por un momento he pensado ¿y ahora quien se ha muerto?
Mi mas sentido pésame
Saludos Eva