En el año 1975, vivían en una granja un ratón fuerte, pequeño y generoso y un gato totalmente diferente al ratón:era débil, grande y egoista. El gato guardaba la comida en una caja fuerte con llave y solamente podía abrirla él. El ratón tenía un problema, necesitaba comida para alimentar a su familia numerosa pero el gato quería toda la comida para él y no le dejaba coger, ni siquiera, un poco de queso. El ratón Pachilin lo intentaba una y otra vez pero no lo conseguía. Pachilin vio que su familia se estaba muriendo de hambre, entonces se enfadó de tal manera que cogió un tirachinas y una patata y gritó con voz de trueno:
-¡Gato asqueroso te vas a enterar de lo malvado que soy!
El gato oyó lo que decía el ratón y respondió:
-Esta tarde nos vemos y habrá un combate, quien lo gane se queda con la granja y con toda la comida que haya.
Pachilin entrenó y entrenó hasta ponerse como un toro de fuerte. Llegó la hora y toda la gente del pueblo se encontraba nerviosa. El gato le dio un puñetazo pero el ratón se levantó y siguió luchando hasta terminar el combate. El ratón ganó y todos estaban contentos de que la granja fuera para él, porque se lo merecía.
Días más tarde Pachilin como era tan generoso y vio al gato disgustado y triste a pesar de lo que le había echo el gato, le dijo:
– Sé que no te has portado como debías pero no quiero que te quedes sin techo, vivirás con nosotros.
El gato respondió:
-¡Oh! Muchas gracias, siento haberte hecho sufrir, me has demostrado que eres un amigo de verdad que vale mucho pero mucho, como el mejor.
Todos vivieron en paz y armonía en la hermosa granja.