El 5 de noviembre después de comer bajamos al huerto y cogimos seis calabazas grandes y deliciosas. Las subimos a clase y las pesamos. Pesaban 56 kg.
El 13 de noviembre las cortamos en trozos y las envolvimos en film transparente. Después pesamos de uno en uno los trozos de calabaza y les pusimos unas etiquetas con el precio y el peso. Los llevamos a la tienda de Lina. También hicimos unos carteles para que la gente se animase a ir a comprar y para que supieran a qué hora ir.
Al día siguiente fuimos a la tienda de Lina para venderlas. Vinieron 22 clientes-clientas y obtuvimos 45 €. No vendimos todos los trozos de calabaza, los que sobraron los repartimos entre los niños de la escuela.
Por cierto que estaba mui buena