Había una vez un chico llamado Ibai al que le gustaban mucho las motos. Tenía una moto roja. Ese año iba a correr en Gordenxola . Era muy bueno y ganaba siempre. En esa carrera se habían apuntado muchos motoristas pero había uno que no conocía. Cuando llegó con sus furgoneta al lugar de la carrera se vistió en la furgoneta y fue a recoger el número. Le tocó el número 8. Cuando empezó la carrera Ibai salió el primero, fue todo el rato el primero pero en la última vuelta le adelantó Iván Cervantes e Ibai quedó el segundo. Se fue contento a casa porque le daba igual ganar o perder y vivió feliz.