El día 19 de mayo Esther trajo a la escuela unos cuantos huevos que le dieron Rubén Sanchez, Ahmed Hajii y Javier Jiménez. Los metimos en una incubadora que nos dejó Xabier Ojer, un chico de Tafalla que es aficionado a los animales.
Al pasar 14 días, comprobamos con el ovoscopio, si los huevos estaban fecundados y de 23, 13 habían estaban sin fecundar y dos, los matamos sin querer. Cuando rompimos el huevo salió el vitelo, que es de lo que se alimenta el pollo cuando está dentro del huevo, y también salió el pollo muerto que estaba a medio hacer y movía el pico.
Cuatro días después de lo sucedido, elevamos la humedad de 50-55% a 65-70% de humedad para que las cascaras se ablandaran y a la hora de nacer los pollos pudieran salir con facilidad.
El ultimo día, día 21, los pollos empezaron a agujerear en la cáscara y como no podían salir les ayudamos con las pinzas y le rompimos la cáscara.
El día 22 los metimos en una jaula con luz infrarroja y les pusimos pienso y agua. Encima de la jaula colocamos una manta para que no se fuera el calor.
Como nos nacieron 5 pollitos, cada uno de nosotros nos íbamos a quedar uno y el que nos sobraba lo rifaríamos o se lo regalaríamos a Javier Jiménez. Lástima fue que un pollito se nos murió y muy tristes nosotros lo enterramos. Ahora tenemos 4 pollitos y dentro de poco nos los llevaremos cada uno a nuestra casa y todos vivirán felices.