Había una vez una mariposa de muchos colores y preciosa. Tenía muchos amigos en Garate. Un día estaba jugando con sus amigos y aparecieron dos lagartos grandes y verdes oscuros y le dijo uno de los lagartos:
– ¡Como os vea por aquí otra vez os volveré negros!
No volvieron a pasar por ahí. Un día la mariposa pasó por donde estaban los lagartos porque iba a polinizar y se le volvieron las alas negras. A la mañana siguiente la mariposa se fijó que tenía las alas negras, fue a donde vivía el elfo para que le volviera las alas de colores. Al llegar, el elfo estaba cogiendo flores para sus experimentos y al ver a la mariposa le dijo:
– ¿Qué te ha pasado que tienes las alas negras?
Y le dijo la mariposa :
– Unos lagartos me han puesto las alas negras. ¿Me las pondrías de colores?
Le contestó el elfo:
– Sí, te las volveré de colores .
Se las volvió de colores, y dijo la mariposa :
– Gracias elfo
Y no volvió a pasar por donde estaban los lagartos y vivió feliz.