El 10 de enero de 2015 un grupo de cinco esquiadores se fueron a pasar las vacaciones a Candanchú. Uno se llamaba Juan, otro Marcos, otro Lucas y los otros dos Pedro y Gorka. Estaban en la casa rural de Candanchú y dijo Gorka:
-¿Vamos a esquiar a la pista grande III? Es la más difícil de bajar.
– Vale, coged los esquíes y las botas que nos vamos.
Ya en la pista de esquí vieron que hacia sol, la nieve estaba dura y hacía un poco de frio. Ya estaban arriba, el primero en tirarse fue Pedro, después Lucas, seguido Marcos, Juan y el último Gorka, estaban Pedro, Lucas, Juan y Marcos abajo y Gorka estaba bajando y de repente vio una mancha negra e intentó frenarse pero no le dio tiempo. Como lo negro era grasa de las cadenas del telesilla, los esquíes se resbalaron, perdió el equilibrio y se cayó a una velocidad rapidísima. Se pegó en el muslo derecho y le dolía mucho el fémur. Empezó a gritar y los camilleros le oyeron y subieron andando porque no podía acceder en camioneta y el helicóptero estaba a una hora de la pista de esquí. Los médicos le miraron donde Gorka les decía, y dijo un médico:
– Parece que se te ha roto el fémur.
Le montaron a Gorka en la camilla y poco a poco le bajaron al bar. Esperaron una hora y llego el helicóptero y le montaron. Llegó al hospital General San Jorge en Huesca. Ya pasada una semana le explicaron a Gorka que se le había roto el fémur y estaría en el hospital un año entero. Pasado el año los médicos le mandaron a casa. En su casa hacía gimnasia todos los días y se iba a Ejea de los Caballeros a rehabilitación. Cuando paso un año les llamó a sus cuatro amigos para volver a ir a esquiar a Candanchú. Quedaron en el bar de la pista de esquí. Ya estaban allí los cinco amigos, empezaron a esquiar en la pista grande III. Lo primero que hizo fue fijarse haber si había grasa no había. Empezó a tirarse y no le pasó nada a nadie. Bajaron muchas veces mas vivieron felices y comieron perdices en el bar de la pista de esquí.