Erase una vez una tortuga muy cansada de andar que se encontró con una paloma muy contenta porque podía volar. La Tortuga le pidió ayuda diciéndole:
-Señorita paloma, ¿me podría ayudar porque estoy muy cansada de tanto andar?
Pero la Paloma le ignoró. Y un día la Paloma perdió las alas tras haberse chocado en un cristal muy limpio y no podía volar. La paloma le pidió ayuda a un águila que pasaba volando tan feliz pero el águila no quiso.
Entonces la Tortuga exclamó:
-¡Si antes me habrías ayudado a lo mejor ahora el águila te habría ayudado a ti!
MORALEJA:
SI AYUDAS A LOS DEMÁS LUEGO LOS DEMÁS TE AYUDARÁN A TI.