EL PERRO DE MI VECINO

Hace tres años en la casa del vecino había un perro. Era un dálmata llamado Blelo. Era pequeño y amable. Su dueño Bollo era pequeño pero majo.

Un día estaba jugando con la pelota y se me cayó pero dije:

-Le iré a pedir la pelota al vecino. Será pan comido.

Pero cuando fui a hacerlo el dueño no estaba. Y si el perro no está con su dueño no quiere que nadie esté con él. Así que se lo dije a mis padres y me dijeron que ya me lo daría Bollo cuando volviera.

Así que me fui a mi cuarto y me puse a jugar. Al pasar un rato oí un ladrido y vi a Blelo con su dueño. Sin dudarlo un momento fui a pedírsela pero me dijo que había desaparecido porque el perro la acababa de tirar a la carretera.

Entonces subí a mi cuarto y me sorprendí al ver un collar muy bonito al lado de mi muñeca. Me lo puse y sentí un cosquilleo en mi cuerpo y de repente me convertí en una súper-heroína. Tenía un antifaz rosa, una capa azul, una camiseta de tonos morados, una falda roja y unas botas marrones.

Salí de mi habitación y fui a buscar la pelota y la encontré debajo de un coche. A partir de aquel día pude salvar a la gente y encontrar sus cosas. Y eso es lo más emocionante que me ha pasado en mi vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.