TANA Y ÁNGELA

Hace mucho tiempo en Villanube vivía una flor llamada Tana. Era roja como la sangre y muy fea. También era egoísta y muy envidiosa. Tana tenia una amiga llamada Angela, era una nube muy guapa y muy, muy simpática. Siempre quedaban las dos en el jardín de Tana.

El jardín era enorme y muy bonito, también vivía un árbol llamado Antonio que era muy majo. Un día Angela fue al jardín y se encontró con Tana durmiendo. Angela la despertó y Tana le dijo:

– Mañana quedamos a las 9:00 aquí mismo, como siempre.

Angela dijo:

– Aquí estaré.

Al día siguiente la flor vio que la nube no venía y se enojó mucho. Más tarde cuando llegó la nube, Tana le dijo:

– ¡Ya no quiero ser tu amiga!

Angela contestó:

– Vale, ni yo la tuya.

Angela se fue enfadada y no volvió más.

Al cabo de unos días, la flor vio a Ángela con otra nube y le dijo Tana:

– ¡Ángela ven aquí!

Angela bajó y dijo:

– ¿Qué quieres?

La flor arrepentida de lo que le había hecho dijo:

-¿Puedes volver a ser mi amiga, por favor?

La nube respondió:

– Sí, sí, puedo pero quiero que esa nube sea también nuestra amiga.

– Vale – dijo la flor.

A partir de ese día fueron felices y vivieron muy, muy felices las tres juntas en el jardín de Tana.

 

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