Una golondrina llamada Pepa nació el 1 de enero de 2014. Sus padres se llamaban Bob y Esponja. Cuando llegó la hora de emigrar se reunieron todas las golondrinas en el frontón de Ujué. Pepa tenía tantas ganas de emigrar que salió antes de tiempo. Se perdió y sofocada, paró en Pamplona. Buscó y buscó Ujué por todas partes y no lo encontró. Al llegar la noche descansó y por la mañana siguiente volvió a buscar el frontón. A pasar por San Martín vio un cartel donde ponía “Ujué” y se dirigió en esa dirección. Al llegar al pueblo se encontró con sus padres y se abrazaron. A la mañana siguiente emigraron a África.
Pepa iba muy contenta porque hacía buen tiempo y se veían paisajes muy bonitos. Cuando se hizo de noche empezó a llover intensamente y muchas golondrinas murieron. Pepa y su familia volaron por encima de las nubes y esquivaron la lluvia.
Pasada la tormenta descendieron y se encontraron con unas águilas que estaban muy hambrientas. Bob les dijo a las águilas que le comieran a él y a su familia la dejaran y las águilas aceptaron. Pepa, muy triste, siguió rumbo a África.
Su orientador Oscar, que sabía por donde ir, les dijo que había que rodear el desierto y que irían por mar. Cuando llegaron a mitad del océano se encontraron con un tiburón que de un salto se comió a muchas golondrinas e incluso al orientador.
Se dieron cuenta de que faltaba el orientador y Esponja dijo que les guiaría ella.
Al llegar a Ghana a Esponja le dieron un premio por su heroicidad. Pepa estaba muy feliz pero a la vez con el corazón roto porque había muerto su padre.