Erase una vez un ciclista que iba en una carrera y se encontró con una lagartija. La lagartija le dijo:
– Por favor, cógeme que llevo aquí muchos meses y me han pisado y por poco me muero. Otros ciclistas que iban en una carrera me pisaron. Espero que tu no seas así, ¿no?.
El ciclista llamado Juan le contestó:
-Yo no soy así pero estoy en una carrera y voy primero y si gano me dan el premio más importante que hay en 100 años.
La lagartija le dijo:
– Pues que te vaya bien Juan
Pero el ciclista Juan le dijo:
– Prefiero salvarte la vida que ganar la carrera más importante en 100 años.
La lagartija llorando de alegría le dijo:
– ¿De verdad lo harías por mi?
El ciclista contestó:
– Pues claro que sí .
La carrera la ganó otro chico pero a Juan le daba lo mismo porque había salvado la vida a una lagartija y eso para él era mucho más importante. Y vivieron los dos felices y comieron perdices.