RICHARD HALLORAN Y SUS PIEDRAS

Hace mucho tiempo en una isla de Panamá llamada Alnar, vivía una persona llamada Richard Halloran, era buscador de piedras. Era una isla donde había piedras preciosas, estaba rodeada por valla de alambre para que nadie entrase y le robara las piedras. Un día al amanecer salió a dar una vuelta por su jardín y en la valla vio un agujero y dijo :

– ¡Ha entrado un ladrón de piedras!

Richard entró corriendo a su casa se cogió     el rifle, cerró la puerta con llave y oyó unos ruidos que venían de arriba, subió a ver quien había y se encontró con el buscador de piedras más conocido de Panamá Mark Torrance.

Richard le dijo:

  ¿Mark qué haces aquí?

  Robarte las piedra, jajajaja.

Mark saltó por la ventana del cuarto y se escapó por el agujero de la valla. Se embarcó en un velero   y se fue. Ya no se sabe nada más de Mark Torrance pero la gente cree que se suicidó porque si no iría a cárcel. Pero Richard se hizo más rico y tiene unos guardaespaldas en su casa.

FIN

LA OVEJA PERDIDA

Había una vez un pastor llamado Roberto. Tenía cien ovejas, estaba muy contento con ellas. Un día una de sus ovejas tuvo un cordero y Roberto se lo llevó  a casa hasta que se hiciera mayor. Pasaron dos años y Roberto bajó al cordero al corral y a la noche el cordero se escapó. A la mañana siguiente Roberto fue a buscarlo,  le llamó y le llamó pero no le hacía caso. Pasaron dos días y volvió a buscarlo por Rusiana,   se subió  a un monte y lo vio enganchado  en una zarza,  bajó, lo cogió y se lo llevó al corral. No se volvió a escapar y fue feliz.