ESTAMOS SUJETANDO LOS PLÁSTICOS PORQUE SE LOS LLEVÓ EL VIENTO DESPUÉS DE LA PLANTACIÓN
El lunes, 3 de junio, hemos ido al huerto y hemos plantado frutas y verduras a las 9:10 horas.
Hemos plantado: 6 plantas de tomate, 4 de fresones, 2 de guindillas, 4 de pimientos, 2 de sandías, 2 de melones, 2 de calabazas, 3 de pepinos, 4 de calabacines y 25 cebollas.
Y por todo
hemos pagado 19,90 euros.
Tuvimos que hacer
parejas de dos en dos para trabajar. Cada pareja llevaba un plantador.
Hicimos agujeros en el plástico y después
plantamos dentro de
los agujeros.
Nos ayudaron a desbrozar el huerto, a labrarlo y a poner los plásticos Ismael Ibáñez, Javier Valencia y Jon Ayesa.
Hace 2 años tenía un vecino llamado Arturo, con pelo negro como la noche, alto y con ojos azules como el cielo que tenía un perro llamado Roki. Roki Era flaco con mucho pelo, con ojos verdes como la hierba, pequeño, blanco como la nieve y muy alucinante, porque sabía hablar, andar a dos patas, jugar al rugby, al baloncesto, andar en bicicleta etc. También sabía hacer malabares pero su dueño no tenía ni idea de que Roki sabía hacer todo eso porque Roki lo hacía a escondidas porque el sabía que su dueño quería tener un perro normal porque todos los perros que había tenido no eran muy normales.
Pero
un día Arturo se enteró de todo porque le pilló haciendo malabares
de pie en el jardín y le despachó de casa.
Pero
un día otro chico llamado Matías le acogió en su casa. Matías era
bajo, pelirrojo y con ojos marrones como la madera.
Matías
alucinó con todo lo que sabía hacer Roki y lo llevó a museos, a
circos etc.
Y
con eso ganaba millones de euros.
Roki
estaba muy a gusto con su nuevo dueño. Y un día se encontró con
Arturo Y Arturo le dijo a Roki:
–
Perdón por haberte echado de casa pero es que yo ahora ya tengo otro
perro, no puedo acogerte de nuevo.
Había
una vez un perro que se llamaba Wisci. Se escapaba todos los días y
un día se perdió. Su dueño estaba preocupado y lo buscó por todas
partes y no lo encontró.
Lo
encontró otro dueño y se lo quedó. Pero el perro se sentía muy
triste y fue a la casa de Jon, que era su dueño, y ya se sintió muy
bien. Y el segundo dueño se compró otro perro.