EL PADRASTRO Y EL PRÍNCIPE

Era una noche preciosa con lluvia y había un príncipe que vivía con su padrastro en el palacio Everest. Un día decidió el príncipe salir del palacio porque su padrastro se estaba peinando para ir al concierto de su tía Ana. Pero ese mismo día el padrastro cuando terminó de peinarse se miró en el espejo y dijo:

  • Espejito, espejito mágico. ¿Quién es el más bello de este palacio?

Y contestó el espejo:

  • Eres tú, majestad.

Se fue al concierto. Tocó la puerta: “Toc, toc”. Le abrieron la puerta, le dijeron:

  • El próximo día tendrás que venir más pronto así que no te abriremos porque ya es el tercer día que llegas tarde.

No le abrieron al padrastro y dijo:

  • ¡A la porra!

Cuando llegó al palacio se miró al espejo y le preguntó:

  • ¿Quién es el más bello de aquí?

Y dijo el espejo:

  • Es el príncipe.

Entonces sí se enfadó. Y así llamó al cazador y le dijo:

  • Lleva a ese príncipe al bosque del peligro.

Pero ese cazador no lo llevó al bosque peligroso, le llevó al bosque donde había una casita y cuando estaba cansado entró en esa casa y se durmió en el cuarto de estar. Y llegaron los enanitos. Encontraron al príncipe durmiendo en la cama. Y dijeron:

  • Quédate con nosotros.

Y todos los enanitos estaban de acuerdo. Cuando llegó la mañana los enanitos se fueron a la mina y el príncipe se quedó solo en la casa. Al cabo de un rato vino el padrastro disfrazado de un viejo abuelo y le dio una manzana envenenada. Después de comerse la manzana envenenada se cayó sobre el suelo. Cuando el padrastro lo vio caerse se pegó una sonrisa.

  • ¡Jajajajaja! Bueno, mi trabajo ya ha acabado aquí.

Y al cabo de un momento vinieron los enanitos y le encontraron tirado sobre el suelo. Y hablaron entre ellos y decidieron enterrarlo en la mina donde ellos trabajaban porque pensaban que estaba muerto. Dentro de unos días vino una princesa, le desenterró, le dio un beso y se despertó y vivieron felices los dos juntos. Hicieron una boda y vivieron felices y comieron perdices.

FIN

LAIA SANZ EN EL SALAR DE UYUNI

Había una vez una chica llamada Laia Sanz que tenía 22 años. Es muy guapa y alta. Corrió en el Rally Dakar 2014 y se quedó novena en la clasificación general.

Este año le tocó pasar por Bolivia. Allí está el Salar de Uyuni que es una etapa muy difícil.

Llegó el día del Salar y estaba muy nerviosa porque a casi toda la gente se le mojaba el motor y se le rompía la moto. Casi toda la gente llegaba muy tarde a dormir.

Cuando partieron por la mañana del día siguiente ella salió muy bien. Ya transcurrida una hora entró en el Salar, era muy difícil esa etapa, se le patinaba la moto, la gente se caía. Ella no se cayó pero en el último momento se le paró la moto y no podía arrancarla porque la sal tocó los cables del arranque. Al cabo de media hora pasó por allí Iván Cervantes. Laia le pidió ayuda, Iván le hizo caso. Le ayudó y así Laia consiguió llegar al refugio junto a Iván Cervantes.

ARITZ DIBUJO

EL MOTORISTA

IBAI  DIBUJO CHabía una vez un chico llamado Ibai al que le gustaban mucho las motos. Tenía una moto roja. Ese año iba a correr en Gordenxola . Era muy bueno y ganaba siempre. En esa carrera se habían apuntado muchos motoristas pero había uno que no conocía. Cuando llegó con sus furgoneta al lugar de la carrera se vistió en la furgoneta y fue a recoger el número. Le tocó el número 8. Cuando empezó la carrera Ibai salió el primero, fue todo el rato el primero pero en la última vuelta le adelantó Iván Cervantes e Ibai quedó el segundo. Se fue contento a casa porque le daba igual ganar o perder y vivió feliz.

EL COCHE PERDIDO

IÑIGOÉrase que se era una familia de BMV de todos los modelos. El padre era blanco y tenía 15 años, la madre era rosa y tenía 10 años y los más pequeños todos azules con 2 años de edad.

Un día apareció por casualidad en su casa un cochecito de carreras de marca Mini. La madre de los BMV vio que era muy mono y quiso quedárselo. Pero su marido no le dejó porque vio que tenía una matrícula en la que ponía Tobi y pensó que tenía sus propios padres. El padre decidió llevarlo con su familia.

Fue buscando por toda la ciudad preguntando a ver si conocían a su familia. De repente se acordó que en la matrícula de los coches más pequeños era obligatorio llevar la dirección de su casa y el teléfono. El padre de los BMV llevó a Tobi a casa de su familia.

La madre, que estaba muy agradecida por haber encontrado a su hijo, les invitó a todos a cenar y desde entonces los BMV y los Minis fueron muy amigos.

 

EL CUCHILLO Y LAS PATATAS

Erase que te era una familia de patatas que vivían en buena tierra de cultivo. Ellas vivían felices y contentas hasta que llegó el día de la cosecha.
Todas las patatas fueron a parar a la casa de un abuelito bastante mayor. Las patatas veían como el cuchillo del anciano cortaba todo tipo de verduras y frutas.
Un día el dueño de las patatas y del cuchillo se murió y se quedaron con las patatas y el cuchillo los nietos del pobre difunto. Al ver que las patatas estaban en muy buen estado las cogieron para disfrutarlas en una buena tortilla de patata. Las patatas se quedaron desnudas por la culpa del cuchillo que les había quitado la ropa. Lo siguiente que hicieron fue meterlas  al fuego. En un momento pensaron que las estaban calentando por quitarles la ropa pero después empezaron a sospechar por el huevo batido. Las patatas fueron tostadas y comidas por los nietos del pobre anciano.

EL CAZADOR DESAFORTUNADO

Hace muchos años, en la villa de San Jorge, vivía un cazador con poca suerte a la hora de cazar. Se llamaba Charli que era el nombre más habitual que había en aquella época. Era fuerte, guapo y tenía muchísimos bíceps. Como os he contado al principio de la historia Charli era poco afortunado en la caza pero él no dejaba de intentarlo.

Un día cuando pasaba por el bosque vio moverse a alguien entre las matas y disparó, pero con tan poca fortuna que le dio a su primo Franco. El muy espabilado fue a mirar si había caído un jabalí y vio a su primo en el suelo.

– ¡Me cagüen la flor del pepino!

– ¿Qué has hecho? ¿Qué te ha pasado?

– ¡Qué me has disparado degenerado!

– ¿Yo? Tú estás loco. Yo he disparado a un jabalí de casi 100 kg.

Charli llevó a el primo Franco al médico y le tuvieron que sacar la bala del rifle. Ya curado, Charli le invitó a ir a cazar con él a Huesca. Y Franco aceptó. Al llegar a Huesca desde el primer momento Franco fue detrás de él por si acaso volvía a disparar y le volvía a dar. Cada vez que Charli disparaba Franco se tiraba al suelo y esperaba unos segundos a que volviera ha colocar su escopeta en la espalda. Y Charli preguntaba:

– ¿Qué haces en el suelo?

– Es que he visto un conejo y quiero ver si está por ahí su madriguera.

Al final del día Charli vio una perdiz y le disparó. Con la mayor suerte del mundo consiguió darle y a partir de ese día Charli descubrió el truco de disparar a los animales. Nunca volvió a fallar un disparo.

PEÑA SPORT VS BURLADÉS

Érase que te era un niño bastante aficionado a un deporte llamado fútbol. Él jugaba en un equipo bastante conocido llamado Peña Sport. Se enfrentaban contra equipos de Pamplona como el Gazte Berría, la Rotxapea y equipos de su nivel. Este año les tocaba empezar la liga con un equipo de buen nivel llamado Burladés.

Al llegar el día del partido el niño estaba muy nervioso, así que decidió tomarse un Powerade para calmarse. Comenzó el partido. En el minuto 10 ya les habían metido el primer gol. Al final de la primera parte, el entrenador decidió hacer un cambio, sacando al niño al campo y nada más empezar la segunda parte marcó celebrándolo al estilo de Cristiano Ronaldo. En el último minuto iban empatado a uno, el portero se arriesgó y se adelantó. Entonces desde medio del campo el chico lanzó el balón y lo metió en la portería contraria. No se lo podía creer, habían ganado su primer partido de liga con dos goles que le hicieron aparecer en la lista de los máximos goleadores.

 

 

LAS NIÑAS Y EL LOBO

ÉRANSE UNA VEZ TRES HERMANAS QUE VIVIAN EN LA CIUDAD. UN DIA LA MAMÁ LES PIDIÓ A SUS TRES HIJAS QUE FUERAN A VER A SU ABUELA Y LE LLEVARAN UN PASTEL DE CHOCOLATE Y UN ZUMO DE NARANJA. LES DIJO SU MAMÁ:

– NO PASÉIS POR EL PARQUE PORQUE HAY UN MONTÓN DE LOBOS.

– TÚ LISA, LLEVARÁS LA CESTA.

–  ¡ADIOS MAMÁ!

COMO ESTABAN CANSADAS Y SUDABAN, CUANDO VIERON EL PARQUE JUGARON MUCHO RATO Y COMO SE REÍAN MUCHO SE DESPERTARON LOS LOBOS.

– PERO, ¿QUÉ ESTÁIS HACIENDO AQUÍ?

LAS NIÑAS SE ABRAZARON Y TENÍAN MUCHO MIEDO.

– ¿PERO,  QUE LLEVÁIS EN ESA CESTA?

– LLEVAMOS UN PASTEL Y UN ZUMO

EL LOBO LES DIJO:

– VOSOTRAS VAIS POR ESE CAMINO Y YO IRÉ POR EL CAMINO ANCHO

LAS CHICAS SE FUERON POR EL CAMINO LARGO Y EL LOBO SE FUE POR EL CAMINO CORTO Y LLEGÓ A LA CASA DE LA ABUELI TA Y SE LA COMIÓ DE UN BOCADO COMO SI FUERA UNA UVA.

SE PUSO EL DISFRAZ DE LA ABUELITA  Y LLEGARON LAS CHICAS. LAS CHICAS CREYERON QUE ERA LA ABUELITA Y LE DIJERON:

ABUELITA, ABUELITA, ¡QUÉ OJOS TAN GRANDES TIENES!

¡SON PARA VERTE  MEJOR!

ABUELITA, ¡QUÉ BOCA TAN GRANDE TIENES!

¡ES PARA COMERTE MEJOR!

SE LAS COMIÓ DE UN BOCADO Y CUANDO OYERON LOS CAZADORES SU GRAN RONQUIDO FUERON CORRIENDO Y VIERON AL LOBO Y LE CORTARON LA TRIPA. SACARON A LA ABUELITA Y A LISA Y A CAPERUCITA Y A NAHIA.

EL LOBO SE MURIÓ Y TODOS DISFRUTARON DE LA MERIENDA Y VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES.

FIN